Vibrador escayola Mestra TEIDE CIMA rectangular digital

Vibradores de escayolas Teide de Mestra

Los detalles son sin duda la más clara distinción entre un buen producto y otro mediocre. Por eso Mestra les otorga especial relevancia: Las formas básicas de los vibradores de escayolas Teide de Mestra se han pensado para evitar que los posibles restos de escayola alcancen el interior del producto. El ambiente de trabajo de un vibrador es especialmente sucio. Por eso, los bordes de la mesa de goma, el hundido del panel de control, o la redondez de la esquinas son detalles que evitan la entrada de suciedad. Además todas las superficies son perfectamente lisas, lo que permite una limpieza excelente.

Las dimensiones de la mesa de los vibradores Teide de Mestra se han calculado minuciosamente. Se pretende que quepan el máximo número posible de cilindros de diferentes medidas, en la mínima superficie posible. Después de un completo ejercicio de combinatoria, nuestros ingenieros llegaron a la conclusión de que una mesa de 220 x 180 mm. resultaba ser la mejor relación posible.

Las patas en los vibradores de escayolas Teide de Mestra suponen un importante avance en la reducción de vibraciones. Tradicionalmente, las patas de un vibrador se diseñaban como ventosas para que quedasen fijadas a la mesa, o como pivotes huecos de gran flexibilidad. Los ingenieros de Mestra consiguieron aunar ambos enfoques diseñando una patas con final en forma de ventosa y un tronco hueco. El resultado de tan ingeniosa solución es sorprendente: las vibraciones y ruido transmitidos a la mesa se reducen drásticamente.

El diseño del chasis de los vibradores de escayolas Teide cuenta con innumerables nervios y refuerzos que lo dotan de una rigidez excepcional que nada tiene que envidiar a los fabricados en chapa de acero. Además, está construido en una sola pieza, lo que mejora la rigidez. A efectos prácticos esto se traduce en una exquisita suavidad de funcionamiento y baja transmisión de vibraciones y ruido.

El soporte de vertido del vibrador de escayolas Teide.
El soporte de vertido parte de un concepto totalmente innovador. Tradicionalmente, casi todos los fabricantes han diseñado este elemento compartiendo el mismo concepto básico: una bola de goma que se apoya en la mesa de vibración a través de un brazo giratorio escamoteable.
Sin embargo los ingenieros de Mestra se han decidido por otro enfoque totalmente innovador: un soporte en forma de espiga que va roscado en la mesa.
Las ventajas de esta idea respecto a la anterior son evidentes:
-- 1. Simplicidad, que a su vez no está reñida con la practicidad. Diseño simple = diseño económico y fiable, que además cumple su función.
-- 2. Integración del diseño con el resto de las formas del aparato.
-- 3. No se necesita aumentar las dimensiones exteriores del vibrador.
-- 4. Eliminación de ruidos característicos en los soportes del tipo escamoteable, debidos a la vibración del brazo de giro.
-- 5. Posibilidad de retirarlo y almacenarlo en la parte inferior del vibrador.
-- 6. No resta espacio a la mesa del vibrador: el número de cilindros que se pueden vibrar son los mismos con y sin soporte.

Vibrador de escayolas con la frecuencia perfecta.

Por simplicidad constructiva, la inmensa mayoría de los vibradores dentales oscilan a la misma frecuencia que la red eléctrica, (50 Hz), o a el doble (100 Hz.). Esta estrategia facilita mucho el diseño y favorece la reducción de costes.
Después de que la dirección de Mestra planteara a sus ingenieros el ambicioso proyecto Teide, durante algún tiempo estuvieron empecinados en encontrar una frecuencia de vibración que resultase técnicamente perfecta para la vibración de escayolas olvidándose de los clásicos 50 ó 100 Hz. Se realizaron al respecto cientos de pruebas de campo, al tiempo que se analizaron con detalle equipos de vibración industriales empleados en Obras Civiles, y se consultó a expertos en vibración de hormigones.
Los resultados fueron muy discretos. Dependiendo de la densidad, viscosidad, naturaleza del material, y proporciones de agua, la frecuencia era distinta. Parecía como si cada material tuviera una frecuencia perfecta diferente a las demás. Al principio se trató de encontrar una frecuencia de compromiso que se adaptara mejor a todos los casos.
Los resultados siguieron siendo discretos. Pero en breve surgió la idea: si cada material tiene su propia frecuencia, por qué no dotar al vibrador de un selector que permita escoger la más adecuada para cada caso?
En total son cinco las frecuencias que los técnicos identificaron y que fueron incorporadas al prototipo. Los siguientes ensayos demostraron que la calidad de mezcla obtenida aplicando la frecuencia adecuada superaba a los que se consiguen aplicando los típicos 50 ó 100 Hz.

Fue así como nació el modelo de vibrador de escayolas Teide Cima, con selector automático de frecuencia. Junto al selector de frecuencia, el modelo Cima también cuenta con un práctico temporizador que optimiza la duración de vibrado: poco tiempo es insuficiente para liberar todas las burbujas. Demasiado tiempo se acerca peligrosamente al inicio del fraguado de la mezcla amenazando a sus cualidades de fluidez y textura. Con el temporizador no tendrá que preocuparse más por estas cuestiones.